Es bien raro ver las cosas que pasasn por acá, la mentalidad de organización es bien diferente entiendo el hecho de venir a servir, entiendo que Dios proveerá y que pone los medios pero creo que hay que echar mano de la justicia y de la equidad, de no mandar por dedazo ni por reproche, encontrar el balance entre el deber y el querer por convicción es lo difícil.
No hubo voluntarias, no había ánimos de partir, hubo rifa de caras contentas, y una cara infeliz, hubo inconformidad y por último tuvo que salir Martha al rescate.
Ya con ella se completa la lista de los que van a Tatahuichi, Martha, Mónica, Jorge y el Doc. 4 días, 3 noches y 2 horas y media separan a este grupo de nuevo. De nuevo Dios manda trabajo en otro lado, veremos si manda unidad para cuando lleguen los viajeros.
Ya se fue el día uno. Bajamos el camión, acomodamos la despensa sin orden, nada de orden, consultas, tesoros en el río, dinámicas de saludos y buzones nuevos, perros mordelones, fuego, fuego que gira, que apantalla, que intriga e invita a jugar con él.