Infierno

domingo, febrero 24 by Cacahuate

Estuve en el infierno.

Mientras dormía fui despertado a eso de las 2.00 am con una grabación que decía que a partir de ese momento estaba muerto.

Fui vendado de ojos. Camine entre pasillos, subí y bajé escaleras sin razón mientras oía el choque de cadenas con el piso, con las paredes y entre ellas.

Grabaciones de lamentos que prendían de vez en cuando ayudaban a la ambientación.

Gente que se ponía de estorbo inamovible para que chocara con ella y otros cuantos que se tomaban de mis hombros para que arrastrara su peso fingiendo que tenían unas piernas pesadas también hicieron del pseudoinfierno un lugar bien diseñado.

Enviaré un mail a esas páginas de internet que sugieren las dinámicas de reflexión de los retiros para jóvenes. En él les pediré que añadan el olor a azufre, la quemazón del ambiente, el aire que corta la cara, la sed extrema, el ardor en los ojos, la peste, el hambre, los animales míticos que destazan los cuerpos, los Papas que han saqueado a la iglesia volteados de cabeza con la brea a la cintura, el perro de tres cabezas, y un Judas en el fondo para cumplir completamente con mi idea preconcebida (gracias a Dante) del infierno.

Tal vez así logre tener una reflexión mas seria, basada en el temor, de por que debo ser un buen hombre.
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1 Comentarios:

adriana dijo...

La primera parte de la narración pintaba para un profundo choque de conciencia, bueeeeno. Uno ya está grande para esas dinámicas, no? al menos así lo creo.

Anda Léelos