6.00 Amanece. Me pongo mi disfraz de doctor, corbata incluida. No desayuno. Corro a la escuela por que voy, como siempre, tarde.
7.00 Una hora de ver pedazos de ser humano alterados, insultados por el azar que los escogió para volverlos cancerosos.
8.00 Bebo café mientras repaso como explorar un paciente. Dentro de una hora empezaré mí primer historia clínica completa, que padre, una oportunidad de ponerme a prueba.
9.00 Entro al hospital. Me presento. Empiezo a interrogar. El paciente no coopera, esta distraido, no se concentra.
11.00 Salgo. Pierdo el tiempo en clases aburridas.
1.30 Como.
3.00 Entro a junta de Congreso. Pienso que pasaré los próximos días con un paciente que me contesta con monosílabos, complicando su historia. La junta se acaba, logrando llenar mi agenda de pendientes.
5.00 Vuelvo a clase. No estudie, que no me pregunten, que no me pregunten, que no me pregunten. No me preguntan.
6.00 Hospital de nuevo. El paciente sigue sin cooperar. Veinte años seguidos de estar bebiendo no dejan mucho espacio para el razonamiento, para la atención, para la autoayuda. Tres días sin beber no son suficientes para recuperar la cabeza.
8.00 Pienso que debo de estudiar.
10.00 Llego a la conclusion de que beber socialmente esta padre, a veces emborracharte esta bien padre, despertar en casa sin saber como llegaste es peligroso pero a veces pasa. Beber como loco no esta padre.

/ alicia / enrique bunbury /