Tras los Retazos

lunes, abril 16 by Cacahuate

Creo que debo de sentarme a investigar la vida de mis padres. Conocer los colores de su infancia, sus sabores, sus aromas. Quiero que me narren esos momentos que se convierten tan trascendentales que se recuerdan hasta las poses que había tomado cada persona presente. Necesito dedicarme un tiempo para que me cuenten más allá de la clásica historia que luego repetirán a sus nietos con voz temblorosa seguida del la frase que sonará cantada "cuando yo tenía tu edad".

Mi padre tan serio. ¿Qué aventuras no albergará esa cabeza que tiene que medir todo con una regla antes de trazar una línea?, ¿qué lo habrá llevado a ser tan metódico, analítico y hasta cierto punto supersticioso?, ¿quién habrá sido la primera persona que le prohibió señalar a los árboles con los dedos cuando estos aún son pequeños por temor a que dejen de crecer?. Él sí sería todo un reto. Un reto poético ya que todo lo puede narrar con aires de escritor, el reto sería que empieze a contar.

Con mi madre no sería tan complicado, no es la historia de un viajero, como la de mi padre, pero aún así habría que develarla no deja de ser la historia de una mujer fuerte y capaz.


"...estos vientos de abril me recuerdan mi infancia. El aire que golpea mi cara obligándome a cerrar los ojos y agachar la cabeza me transporta a aquellas tardes en las que a mis 5 años tenía que cruzar una explanada de la casa a la escuela. Me recuerdo en un vestido, por que en aquellos tiempos los pantalones para niñas no existían, el viento sopla tan fuerte que siento como las piedras me pegan en las piernas. Luego pienso en mis únicos zapatos de choclo que me hacían pensar que cualquiera que tuviera más de un par era millonario y es que cada vez que tengo que caminar con los ojos cerrados, la cabeza baja y protegiéndome con una mano del aire me transporto a aquellas tardes en la explanada..."

No quiero voltear un día y ver que no les conocí del todo.
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