Desde una solitaria farmacia similares

viernes, septiembre 4 by Cacahuate
Si otro hubiera sido el orden de los eventos no estaría yo aquí.

Estaría en un pueblo a unas dos horas de aquí, consultando de día, platicando por las tardes con la Sra. Juanita y Don Salomón, ensimismado de noche en espera del fin de semana. Ahora que lo pienso bien que bueno que no escogí ese camino, prefiero estar en la comodidad de mi ciudad aprendiendo a consultar de esta otra forma, la urbana, donde la gente acude exigiendo referencias a especialistas y manejos avanzados, donde puedo salir e irme a casa en carro sin tener que esquivar dos o tres áreas de ganado.

A mí, a nosotros, la vida nos jugó diferente, nos cambio los planes y nos vino a situar en esta ola de causas-efectos que no tienen fin, la vida siempre es así solo que uno no se percata hasta que aparecen efectos de enorme tamaño como los que estamos pasando ahorita.

Hace 4.5 meses o mejor dicho 20 semanas vino la primer causa, y yo/nosotros nos enteramos 7 semanas después, una tarde de domingo cualquiera luego de ir a misa a cumplir con nuestra rutina, con una prueba de embarazo casera, un montón de nervios en la mano y dos rayitas que iban adquiriendo color más oscuro al tiempo que Lily iba palideciendo. Luego de perseguirla durante una hora en lo que más o menos se iban aclarando las ideas, borrando un poco la niebla esa que aparece cuando las cosas nos golpean sin avisar, por fin pudimos sentarnos a platicar, de todo eso que nos espera, de el gran paquete que nos habiamos aventado al hombro aquella noche, una noche de esas en donde hay mucho amor y poca precaución.

Conforme fueron avanzando los días la balanza se iba volteando hacia la alegría y la dicha del hecho de que ibamos a ser padres, avisar a la familia, a los amigos, cruzar los dedos por una plaza en la ciudad, conseguir otro empleo, buscar donde vivir, si nos ibamos a casar o no, cuando, como, en donde, ese mar de preguntas que necesitan ser resueltas con prontitud y certeza.

Las consultas a los doctores, la búsqueda de nombres, las discusiones por la selección de los mismos, que más semejaban nombres de mascota que de futuros hijos, el lugar de la boda, el vestido, el smoking, los bizcochos y el pastel, todo ha entrado a la conversación diaria.

Faltan pocos días para ser ya una familia formal, quedan paredes por pintar, pisos por poner, cortinas por hacer, escoger un vals que no parezca polca de Drexler, una recámara económica que no este hecha de papel maché, una vida juntos por delante que aún no empieza.

Así que crucemos dedos, que continue este avanzar en la vida.


/ fusión / jorge drexler /

0 Comentarios:

Anda Léelos