El Congreso se fué, se fué en 3 días el trabajo de casi un año. Se fue así sin más, dejando solo mucho cansancio, horas sin sueño, y una efímera sensación de triunfo.

Se vinieron exámenes uno tras otro, estar numás sentado leyendo, leyendo conceptos completamente nuevos debido a que nunca estudié para las clases, era estarte aprendiendo todo en 5 días, para sacar calificaciones a medias.

Luego reaparecieron tus labios y tus abrazos de luces apagadas y ojos apretados, tu risa de chistes de castores, tus besos tronados, tus collares perdidos, y reapareció mi sonrisa en tu sonrisa.

También llegaron las noticias de misiones, resulta que a pesar de que no tuve tiempo de juntar puntos aparecí en la lista, el domingo emprenderemos el camino de ocho horas a uno de los lugares mas chidos que he conocido, Papajichi, ahí no hay nada de nada solo tierra, árboles, cerros y más tierra, pero vaya que uno se la pasa bien.

Llegando de misiones viajaré a la ciudad de Monterrey a un Congreso, a pasear y conocer, a conferencias y talleres, a pistear y amanecerla.